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Técnicas para mejorar el rendimiento escolar de su hijo

By 5 julio, 2014septiembre 2nd, 2014Uncategorized

educacion_niñosEn estos tiempos es común escuchar a los especialistas señalar que los niños están cada vez más despiertos y con su mente abierta a adquirir conocimientos, a temprana edad, que a los adultos les cuesta años entender.

Esto se refleja principalmente en el uso de la tecnología, sin embargo en materia de aprendizaje los problemas en algunos niños arrojan cifras en donde 1 de cada 4 menores presenta problemas de bajo rendimiento académico.

De esta forma se despierta la preocupación en los padres que ven cómo sus hijos, que son muy despiertos en algunas asignaturas, no logran avanzar en otras.

Las causas de este problema no se traducen simplemente en la capacidad de aprendizaje del pequeño, sino que influyen una serie de factores tales como el entorno familiar, la escolaridad de los padres, el tiempo que dedican al estudio y por supuesto las habilidades propias de cada niño, entre otros.

El factor emocional también es relevante ya que esto influye directamente en la motivación para aprender.

Influencia positiva y negativa de los padres

En el proceso de aprendizaje de los niños los padres juegan un rol fundamental y la actitud que éstos toman frente al desempeño de sus hijos puede ser determinante. En base a ella los padres se pueden calificar como: permisivos, estrictos e indiferentes. Y aunque lo ideal es un balance entre estos tres, muchas veces se dan los extremos y terminan perjudicando al menor.

Los padres permisivos son los que suelen justificar cada vez que su hijo saca malas calificaciones. Esta actitud lo que genera es una reducción de las expectativas del niño quien se conforma con facilidad cuando obtiene notas apenas favorables.

Los padres estrictos, por el contrario, exigen más y más a sus hijos. Paradójicamente esta actitud se da en quienes tienen hijos con muy buenas notas y cuando los menores sacan algo levemente inferior, sobre-reaccionan echando por tierra los esfuerzos del menor.

Estos dos tipos pueden ser malos en extremos, sin embargo el que menos favorece el desempeño del niño estudiante es el padre o madre indiferente ante sus logros y fracasos. Esta actitud genera un sentimiento de soledad en los niños y si su rendimiento es regular o malo ellos mismos suelen no darle mucha importancia pensando que a nadie más le importa sus resultados.

Esta clasificación debe ser una señal de alerta para los padres quienes no manifiestan preocupación por sus hijos y sólo se fijan en los resultados. Después de todo, cuando a un niño no le va bien en sus estudios, esto es el resultado de una serie de factores cuyo origen está entre las cuatro paredes del hogar.