Para que la celebración dieciochera sea completa, no pueden faltar los juegos tradicionales, heredados de nuestros antepasados. Enséñeselos a los niños y juntos disfruten…
RUN RUN
Para este juego, se necesita un juguete que pueden hacer los mismos niños. Se elabora pasando un hilo, de unos 40 cm de largo, por los dos hoyuelos de un botón mediano, y amarrándolo en las puntas, dejando el botón al medio.
“Se juega tomando el hilo, de unos cuarenta centímetros, por los extremos y envolviéndolo en forma de trenza, luego se estira con las dos manos hacia los lados con suavidad y ritmo. El hilo hace de elástico y al acercar y separar las manos, se escucha un delicado ruido. Su girar produce un zumbido que semeja un runrún runrún, por lo que su nombre sería una voz onomatopéyica.” Oreste Plath
Corre el anillo
Se colocan los niños en círculo, sentados o de pie y con las manos semi abiertas. Uno de los participantes lleva en sus manos juntas un anillo, sin que nadie lo vea. Pasa por delante de los niños, simulando que echa el anillo en sus manos. Todos simulan haberlo recibido para confundir al que, posteriormente, tiene que adivinar quién lo tiene. Mientras se corre el anillo, todos recitan:
Corre el anillo,
por un portillo,
pasó un chiquillo
comiendo huesillos,
a todos les dio,
menos a mí.
La rana
Este es un juego de puntería, en el que hay que introducir una pelota pequeña en la boca de una rana. Fije la línea para lanzarla según la edad de los niños. Construya la rana con una caja de cartón y colóquela en el patio para que los niños practiquen y jueguen libremente.